Las polillas son lepidópteros de pequeño tamaño que se han adaptado a convivir con nosotros en el interior de los edificios, convirtiéndose a veces en una plaga que devora alimentos, ropas, papel y otros bienes materiales que atesoramos los humanos. Las larvas contribuyen a la transformación de la materia orgánica en los procesos de degradación, realizando una valiosa tarea de limpieza de desechos orgánicos, pero cuando cuelan en casa y dicho proceso de degradación se da, entre otros, en nuestra alfombra, abrigo o alimentos almacenados.